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Por: Pastor Romeo Taracena.
Cuando iniciábamos los años 2,000 villa nueva no tenia mucha población, no existía el tráfico, entrar y salir resultaba fácil y sin problemas. En ese tiempo Dios puso una carga en nuestros corazones por levantar una Iglesia en esta área, el área sur de villa nueva.
Hoy usted y yo somos la Iglesia de Dios, somos una iglesia vencedora, una iglesia grande y poderosa en Dios. No es indispensable tener un edificio para alabar a Dios, pero siempre necesitaremos de ello para ganar mas almas para Cristo y así glorificarle y alabarle juntos en armonía y esperanza.
Nehemías 1: 1-3 TLA dice
1 Yo soy Nehemías hijo de Hacalías y ésta es mi historia. En el mes de Quislev,[a] cuando Artajerjes llevaba veinte años de reinar, yo estaba en el palacio del rey en Susa. 2 En ese momento llegó allí mi hermano Hananí con unos hombres que venían de Judá. Cuando les pregunté cómo estaba la ciudad de Jerusalén, y cómo estaban los judíos que no fueron llevados prisioneros a Babilonia, 3 ellos me respondieron: «Los que se quedaron en Jerusalén tienen graves problemas y sienten una terrible vergüenza ante los demás pueblos. Los muros de protección de la ciudad están en ruinas, y sus portones fueron destruidos por el fuego».
Nehemías fue copero del Rey Artajerjes, viviendo entre lujos y comodidades, su trabajo era probar las comidas y bebidas antes que fueran probadas por el Rey, para comprobar que no estuvieran envenenadas. Nehemías siendo judío y exiliado, Dios le llama a construir los muros de Jerusalén y las puertas que le darían seguridad al pueblo.
En estos primeros tres versículos aprenderemos principios en los que recordaremos que en Dios somos mas que vencedores y que muchas veces el dejar la comodidad será un llamado fácil de cumplir, pues no dudaremos que Jesucristo dejo todo lo que tenía por amor y vino a morir por nuestros pecados y darnos esperanza.
Nehemías 1:1 TLA dice
Yo soy Nehemías hijo de Hacalías y ésta es mi historia. En el mes de Quislev,[a] cuando Artajerjes llevaba veinte años de reinar, yo estaba en el palacio del rey en Susa.
Nehemías vivía cómodo y respaldado por el Rey, viviendo en el palacio, estando en su mejor momento; Dios lo mueve de su comodidad y le llama porque había trabajo. Seguramente no vivimos en un palacio, pero vivimos bajo la gracia de nuestro buen Dios, rodeados de muchas bendiciones.
Tenemos el privilegio de vivir en este hermoso pais Guatemala, y en medio del cualquier peligro Dios cuida de nosotros, y en Él encontramos un lugar seguro. Dios mismo estando bien junto a miles y miles de ángeles le vio a usted y a mi y envía a su hijo Jesucristo para morir por amor y perdón de nuestros pecados. Es tiempo de dejar nuestra comodidad.
Nehemías 1:2 TLA dice
En ese momento llegó allí mi hermano Hananí con unos hombres que venían de Judá. Cuando les pregunté cómo estaba la ciudad de Jerusalén, y cómo estaban los judíos que no fueron llevados prisioneros a Babilonia.
Nehemías se preguntaba como estaba el pueblo de Dios. Usted sabe ¿Cómo están sus vecinos, sus compañeros de trabajo, de estudio, sus tíos, sus hermanos, sus padres, abuelos? Debemos tener un corazón sensible y pensar en el pesar de las personas que nos rodean.
Mateo 9: 35-38 TLA dice
35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. 36 Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!37 Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. 38 Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.»
Jesucristo no tenia necesidad de sufrir y dejarlo todo, Nehemías estaba en su mejor momento, llevando una vida de lujos y tranquilidad. Pero hubo una inquietud en ver la necesidad que había en la multitud, entendiendo que existían pocos obreros para dar el mensaje de esperanza.
Usted y yo como iglesia debemos ser sensibles a la necesidad que hay afuera, debemos ser cristianos ayudando a nuestros vecinos, amigos, familia que necesite escuchar que hay un Dios amoroso, perdonador, ayudador, restaurador.
Nehemías 1:3 TLA dice
3 ellos me respondieron: «Los que se quedaron en Jerusalén tienen graves problemas y sienten una terrible vergüenza ante los demás pueblos. Los muros de protección de la ciudad están en ruinas, y sus portones fueron destruidos por el fuego».
Le hablaron a Nehemías que la gente vivía mal y que vivían en desgracia. Amado hermano, en Guatemala mucha gente vive mal, vive en desgracia creyendo que no hay esperanza. Estas personas nos necesitan a usted y a mi. Debemos ser sensibles y entender la necesidad que hay afuera.
Compartamos esa fortaleza que vivimos día a día, ese gozo que solo Dios puede dar. Las personas afuera están acostumbradas a vivir mal, creyendo que si están de fiesta, con una cerveza o estando con malas amistades llenaran el vacío en sus corazones y solucionar los problemas que puedan atravesar porque viven sin Dios.
Seguramente no ganaremos al mundo, pero si debemos hacer mas cosas para Dios, y como un solo cuerpo llevemos bendición a muchas personas. Tenemos que estar dispuestos para ser parte de los que vayan a predicar dejando su comodidad.
Nehemías invirtió y trabajo en favor de la gente. “Aún en medio de la oposición debemos construir el Reyno de Dios” Invierte y trabaje a favor de la gente, recordando que debe sembrar amor aunque exista la oposición con el vecino, con el compañero de estudio o de trabajo y existan burlas. Cuando nos levantemos mantengámonos unidos y Dios nos respaldará.
¡Dios es fiel y su nombre será exaltado siempre! En cincuenta y dos días el pueblo junto a Nehemías levantaron las murallas y puertas de Jerusalén.
Nehemías 4:6 TLA dice
6 Así que seguimos reconstruyendo el muro, y como la gente trabajaba con entusiasmo, el muro pronto estaba hasta la mitad de su altura.
Cuando Dios respalda nuestras obras, Él proveerá, Él ayudará y nos enseñara a desprendernos de lo material y aferrarnos a lo Espiritual, entonces vendrán las añadiduras sobre su pueblo para bendición.
¡Es tiempo de entregarle nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestras fuerzas a la obra del Señor! y tenga por seguro que Dios se encargará de sus necesidades.
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