GANE SUS GUERRAS INTERNAS.

Por: Pastor Romeo Taracena.

Rey Ezequías rey de Israel, su reinado empezó a los 25 años. A sus 40 años tuvo una enfermedad tipo cáncer terminal. Él era un hombre recto delante de Dios. El profeta Isaías le da una palabra del parte del Señor diciéndole que arregle su casa, que ponga en orden su casa porque ciertamente morirá. Dice la Biblia que en su cama le pide al Señor con lagrimas que lo sane. Isaías va saliendo de la casa de Ezequías y se regresa a decirle que su oración había sido escuchada, que el Señor le regalaba 15 años más de vida. Una de las guerras que enfrentó el Rey Ezequías fue una guerra de palabras desde adentro que tocaron sus emociones. Se enfrentó a Senaquerib.

 2da. Crónicas 32:7 dice
 ⁷ Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.

Esto va para nosotros que seamos valientes, tengamos confianza en el Señor sin desanimarnos, no le tengamos miedo al Rey de Asiria porque nosotros somos más que vencedores.

2da. Crónicas 32:8-9
⁸ Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.⁹ Después de esto, Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén.

Las guerras  se ganan o se pierden desde adentro ¿Qué tanto nuestra fe se mantiene de pie? ¿Qué tanto conocemos de Dios en nuestro interior? pues eso determinará nuestro éxito o fracaso en las guerras que estemos viviendo. Las guerras son más intensas, llenas de adrenalina en nuestro interior que en el exterior.

PRINCIPIO: LAS GUERRAS SE GANAN DESDE ADENTRO.

La idea del diablo con las noticias, con los consejos de las personas que no aman a Dios, los dichos, donde hablan de negatividad, todo eso lo que busca es derribar nuestra mente y nuestro corazón, amedrentarnos, asustarnos y quedarnos sin energías y esperanza.

En 1941 hubo una estrategia interesante donde el ejercito estadounidense junto al Ingles crearon para destruir al ejercito alemán el cual fue importantísimo para ganarle a este ejercito, la estrategia era mandar a construir tanques de guerra inflables en una gran cantidad, donde llenaron el campo de batalla en su totalidad de tanques de guerra y aviones inflables; y cuando el ejercito alemán vio el campo lleno, sus corazones se desfallecieron y desde ahí comenzó su derrota.

A veces nosotros miramos las situaciones difíciles donde internamente creemos que ya perdimos sin siquiera ver e ir a pelear y darse cuenta que son solo armas inflables del enemigo.

Números 13:30-31
^{30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. 31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.} 

Las guerras se ganan desde adentro. A veces tenemos sueños, metas, pero nuestra duda no nos deja y nos damos cuenta que son mentiras del enemigo.

Aprendamos con los siguientes consejos como ganar nuestras guerras internas.

1. ESCUCHE LA VOZ DE DIOS EN SU CORAZÓN.

Identifique cuando la voz que escucha es la del enemigo, la que le dice que no puede y le empieza a mencionar desventaja tras desventaja. Cuando las palabras que vienen a su mente y oído son: no puedes, no lo lograrás, no tienes dinero, ya fracasaste una vez y similares a esas es porque no son de Dios, sino de parte del enemigo.

2 TIMOTEO 1:7
⁷ Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

En Dios si se puede, no prestemos oído al enemigo, mejor prestemos atención a Dios, Elías entró en pánico cuando se enteró que Jezabel lo quería matar, fue y se escondió, el escuchó la voz del enemigo y huyó.

1 Reyes 19:11
¹¹ Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

En este versículo Dios le habla a Elías y después de esconderse por temor a que lo iban a matar sale de su cueva. Actuemos obedeciendo la voz de Dios pues siempre estará de nuestro lado.

2. ESCUCHE LA VOZ DE DIOS EN SU CORAZÓN.

Para que Dios nos hable debemos primero conocer a Dios, esto sucede cuando nosotros le hablamos a Él. Debemos conocer sus promesas.

Que pasa con una madre cuando ve a su hijo jugando con 500 niños y lo escucha llorar, la madre rápido dice es mi hijo el que está llorando, aún en medio de tantos niños la madre identifica la voz de su hijo, y sale rápido a auxiliarlo.

Eso nos pasa cuando tenemos la costumbre de hablar con Dios y a pesar de las voces del enemigo podemos distinguir quien nos habla al corazón si es el enemigo o nuestro Dios.

Isaías 41:10
¹⁰ No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia

Hebreos 13:6
⁶ de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

1 juan 4:4 NTV dice
⁴ Pero ustedes, mis queridos hijos, pertenecen a Dios. Ya lograron la victoria sobre esas personas, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.

3. “ESPERE QUE DIOS OBRE A SU FAVOR”

Después que Ezequías se planta, se anima y motiva a Israel, en una noche el ángel del Señor mata a todo el ejercito de Asiria.

2 Reyes 19:34 dice
 ³⁴ Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.

Senaquerib fue muerto por sus hijos por haber hablado mal del Señor. Las guerras se ganan  desde adentro no desde afuera.

Aprendamos a reconocer quien habla a nuestro corazón y distinguir la voz de Dios para que tengamos la confianza de que Él obrará a nuestro favor, porque es más poderoso El que esta con nosotros que el que esta en el mundo ¡Amén!

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