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Por: Pastor Romeo Taracena.
Es posible que en este momento las cosas no estén saliendo como lo esperabas, quizá estés atravesando por un momento difícil. Toma unos minutos para leer lo que Dios quiere decirte.
2 Crónicas 20:15-17 NVI dice
15 Y dijo Jahaziel: «Escuchen, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escuche también Su Majestad. Así dice el Señor: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino mía. 16 Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel. 17 Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes”».
Iniciamos nueva serie titulada “Fe en tiempos de guerra” y en estos versículos el Señor nos enseña que hay guerras que no debemos pelear, en algún momento quedarnos quietos y esperar lo que Dios hará, pues solo Él puede hacer posible lo que para el humano es imposible. ¡Así dice el Señor!
Pastor Romeo nos deja tres consejos en donde recordamos la fidelidad de Dios en nuestra vida.
En Deuteronomio Dios nos enseña que hay batallas que Él pelea por nosotros, cuando con tus fuerzas no puedes, recuerda, es tiempo de doblar rodillas y clamar al creador de todo y dejarlo actuar.
Deuteronomio 20:1 y 4-6
1Cuando salgas a pelear contra tus enemigos y veas un ejército superior al tuyo, con muchos caballos y carros de guerra, no les temas, porque el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, estará contigo. 4 Porque el Señor tu Dios está contigo; él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos”. 5 Luego los oficiales le dirán al ejército: “Si alguno de ustedes ha construido una casa nueva y no la ha estrenado, que vuelva a su casa, no sea que muera en batalla y otro la estrene. 6 Y si alguno ha plantado una viña y no ha disfrutado de las uvas, que vuelva a su finca, no sea que muera en batalla y sea otro el que disfrute de ellas,
¿Sabes cuando es la guerra de Dios? cuando nuestras capacidades y recursos no son suficientes. Dios es quien pelea por nosotros y pueda ser que en esa batalla pierdas algo, aunque tengas bajas o pérdidas materiales, fortalecido en el Señor podrás avanzar.
Es en esos momentos de crisis donde no se mete el ser humano y dejamos que Dios pelee nuestras batallas, cuando dejas de perseguir las cosas equivocadas, le das espacio a las correctas y pueden ser alcanzadas.
En el libro de Lucas capítulo quince, encontramos una hermosa historia del Hijo pródigo, donde aprendió que por sus propias fuerzas no lograría nada.
Lucas 15:14-16
14 Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. 15 Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. 16 Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada.
Deja que la familia crezca, deja que el matrimonio crezca; En momentos difíciles como estos cruzamos los brazos y dejamos que Dios actúe, provea, sustente, haga y se muestre con amor eterno ¡no se meta y deje que Dios actúe!
Tal vez sientes que los vientos están azotándote y las tormentas no acaban de terminar, pero Dios calma tus tormentas en este día. Aún en la adversidad más dura alaba a Dios, levanta un cantico de gratitud a Él.
Salmos 34:1 y 4
1Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. 4 Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
Esta guerra puede ser fácil si dejamos que Dios la pelee por nosotros, alabemos a Dios en los tiempos de dificultad. En esos momentos difíciles es en donde debemos alabarle.
¡Alaba a Dios con gozo!
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