Por: Pastor Marvin Martínez.
Nuestro estudio continúa en el libro de Mateo, entramos al capítulo 19: 1-11 que dice:
Jesús enseña sobre el divorcio
1 Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del Jordán.
2 Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí.
3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
4 Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,
5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?
6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
8 Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.
11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
Le repito el título de esta enseñanza “Divorcio y Matrimonio”. Meditando por un momento sobre el divorcio, entiendo que tanto para mí como Pastor, para los juzgados hablar de este tema siempre es complicado, siempre es uno de los temas más difíciles de tratar, por eso en la lectura encontramos a este grupo de expertos en la ley siguiendo a Jesús para saber su opinión, para ponerlo en una posición vulnerable, para poder acusarlo de liberal o acusarlo de rígido con la ley y encontramos este pasaje donde se le hace esta pregunta que es una de las difíciles y cómo el maestro puede responder de una manera muy “atinada”, pero yo quiero hacerle esta pregunta a usted ¿qué le viene a la mente cuando escucha la palabra divorcio?
Seguramente algunos que están leyendo, han experimentado el divorcio o el divorcio de sus padres, lo que le viene a la mente de esa palabra es terror, pavor, porque tal vez sufrió las secuelas de un divorcio, le tocó vivir solo, le tocó vivir sola, de su familia o tal vez vivió en carne propia una separación y todavía está en esa etapa de recuperación; y sin duda alguna también tenemos personas que ni siquiera piensan que esta palabra les traiga algo, porque no lo han experimentado, sus abuelos vivieron por muchos años juntos, sus padres vivieron o están viviendo muchos años y ellos también han dado un buen fruto viviendo junto con su pareja; entonces no tienen ni siquiera la noción de qué es este asunto, pero algunas personas esta pregunta que estoy haciendo le viene algunas situaciones a su mente.
Unas décadas atrás el tema del divorcio no era tan común, era un tema tabú. Si habían otros problemas sociales, pero el tema del divorcio no, pero después de un tiempo dos décadas atrás esto vino a hacerse tan común, aún en nuestra sociedad; y yo estaba leyendo en un reporte del renap del 2019, casos que se supieron en ese año, registrándose acá en Guatemala al mes de noviembre 8,705 inscripciones de divorcio y se estima que podrían llegar a unas 9,500 al finalizar el 2019, estamos hablando que el año pasado casi entrando al 2020.
Dice que cada mes se registran los divorcios con un promedio de 800 parejas; para realizar dicha gestión ante el renap se debe presentar la certificación de la sentencia de divorcio y la certificación de nacimiento de cada uno de los comparecientes, asuntos notariales de renap detalla que por cada ocho matrimonios, ocho tienen un trámite de divorcio y que la cifra de trámites de divorcio en 2019 también sobrepasa la del año anterior que fue de 6,621 inscripciones. Cuando yo leí este reporte (usted lo puede comprobar en la página del renap) yo me alarmé y dije “no puede ser que de ocho parejas que van a casarse felizmente y declaran su estado matrimonial ante las leyes civiles, uno está ya próximo a ser candidato al tema del divorcio”.
Es un tema y problema realmente importante que se debe notar, recuerde que la palabra “divorcio” en el ámbito legal significa: Disolución legal de un matrimonio a solicitud de uno o de los dos cónyuges, cuando se dan las causas previstas por la ley; también significa separación de cosas o personas que están o deberían estar unidas o relacionadas.
Y es preocupante cómo es la sociedad hoy en día, ya no solo se aplica al término de matrimonios, ahora se puede aplicar el divorcio entre padres e hijos, ¡SI! hoy en día la modalidad es está, bueno, ajusto las cosas a mí a mi manera y ahora se le puede llamar un divorcio de padres e hijos o hijas, que no quieren saber nada de sus padres, y hay padres que se divorciaron de sus hijos, que se hicieron los desentendidos de ese vínculo que une a un padre con un hijo y también se conocen los divorcios entre hermanos, si usted no lo sabía, hay hermanos que se divorciaron y tienen años de no hablarse, se separan completamente, no tienen comunión, pero esto lo veremos en otro estudio, el problema acá es hablar del tema del matrimonio y el divorcio, el divorcio es un problema social muy antiguo que viene desde hace mucho tiempo.
Si lo vemos desde el punto de vista bíblico encontramos que Moisés al ser el legislador de un pueblo tan problemático, le tocó ser él guiador por el desierto y enseñar los estatutos del Señor, lidiar con esta problemática social.
Encontramos en Deuteronomio 24: 1
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregara en su mano, y la despedirá de su casa.
Leemos aquí, cuando se estipula esta cláusula en las leyes civiles del pueblo de Israel y también lo encontramos en la época de los profetas un poco más adelante de Moisés, vamos a encontrar que esto es tan común en la vida del pueblo de Israel y hasta Dios hace alusiones, referencias y algunas comparaciones del trato de su pueblo con Él.
Se dio en los tiempos de Jesús y no se diga en nuestros tiempos, hoy en día la sociedad occidental en los tiempos de Jesús, el divorcio también era un problema social y había llegado a un punto muy grave, era una práctica común en la época de Jesús y quiero hacer énfasis en esto, en el tiempo de Jesús usted recuerda que hay escribas, hay maestros, hay rabinos, hay fariseos y todos ellos formaban una comunidad que dictaba el cómo vivir en medio de la sociedad, habían dos escuelas de maestros, dos bandos de pensamiento; una de ellas es la escuela de Gilel y le enseñaba que el divorcio era permitido, un simple ejemplo: si la esposa le quemó las tortillas al esposo y el esposo se enojó, él tenía toda la libertad y todo el derecho de despedirla, darle su cartita de divorcio y que ella se fuera con alguien más y él se fuera con otra persona; así de sencillo por cualquier cosa el hombre podía despedir a su esposa.
Esa era la forma de entender a estos maestros de la ley. Por el otro lado estaba una escuela que era un poquito más conservadora, era de Shamay, eran conservadores y ellos decían “no es permitido que el hombre haga esto” no por cualquier cosa puede divorciarse, se puede divorciar solamente por un caso de adulterio, por un caso en donde uno de los dos había fallado, en donde uno de ellos había cometido un error.
Entonces habían dos escuelas fuertes, que tenían mucha influencia en la sociedad y por eso estaban siguiendo a Jesús, y le preguntaban: Jesús ¿qué piensas tú, es correcto que un hombre despida a la mujer por cualquier cosa? Y es aquí en donde encontramos el primer principio.
Mateo 19:7-8 dice
Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así.
Quiero resaltar este primer punto que el Señor pone en evidencia, cuando ellos están preguntándole y Jesús les da su versión, ellos vuelven y le dicen: ¿por qué Moisés permitió? y aquí es donde Jesús les responde: miren, tiene que haber un motivo, tiene que haber una intención; Y ese motivo Dios lo conoce, así que la intención con que se hacen las cosas siempre serán notables a los ojos de Dios, las cosas que se hagan siempre serán notorias a los ojos de Dios.
Si un hombre se quiere divorciar por una muchacha que tal vez sea más atractiva que su esposa, esa intención la conoce el Señor y ese no es un motivo correcto. O una mujer que le ha llamado la atención un hombre con un físico mejor que el de su esposo, esa intención también la conoce el Señor y no es correcta. Y si algún hombre se quiere divorciar porque su mujer no le sabe hacer tortillas, tampoco es una razón justificable, no son razones para despedir a una mujer o para hacer un cambio; si usted mujer, está cansada de ese hombre que no se baña, no se rasura, no se arregla, no se cepilla y ve al carnicero todos los días con el bigote bien recortado, con un olor agradable, ¡Tenga cuidado! todas las intenciones son vistas y son notables delante de los ojos de Dios y eso es lo que Jesús le está diciendo a la gente.
A que quiero llegar con el primer punto, que no es justificable el divorcio por razones insignificantes, no se puede mis queridos hermanos, por favor, ahora si usted está sufriendo, los hijos están sufriendo de un escarmiento que ya no se llama hogar, usted mujer amanece con el ojo hinchado, los niños toda la vida están viviendo una crisis psicológica, yo creo que usted tiene todo el derecho de considerar si esa vida ya no es soportable, aunque le diré, nosotros como pastores, como iglesia, siempre vamos a creer que hay esperanza y hay una razón de cambio; pero le quiero decir esto y le quiero aclarar si su situación es difícil e insoportable, la Biblia no prohíbe un rotundo no, la Biblia nos da salidas, nos da parámetros para que nosotros podamos caminar en el sendero de Dios.
1ª de corintios 7:15 dice
Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
Le repito, no es justificable un divorcio por razones insignificantes, pero es aplicable cuando una situación se sale de control, porque yo como pastor no vivo su vida, no vivo su caso, entonces debemos tener siempre ese cuidado.
Que le dijo el Señor a estos hombres cuando les respondió, cuando ellos quisieron presentar una defensa al argumento de Jesús, ellos dijeron pues, ¿Moisés permitió la carta de divorcio?, Jesús dijo ¡Sí!, pero por sus propios deseos él tuvo que ser condescendiente con ustedes, pero al principio no era así dijo Jesús.
¿Qué está diciendo Jesús ahí? está diciendo que el divorcio no está en el diseño de Dios. Le voy a decir porque, yo tomé estas cosas, de una experiencia que no es bíblico, es un campo científico, psicológico, un campo desde la sociología que dice y está comprobado que el divorcio es uno de los pasos más difíciles que el ser humano le toca llevar, enfrentar y estas son algunas de las secuelas del divorcio, es un proceso muy desgastante y difícil para los implicados. Consecuencias que vive la pareja: dice que experimentan un profundo estrés, experimentan angustia, dolor, sentimiento de coraje por largo tiempo, convirtiendo en un nido de resentimiento y egoísmo.
Eso le pasa a una persona que experimenta este proceso, no lo estoy diciendo yo, lo tomé de un estudio que se ha hecho acerca del divorcio, dice también que hay serios trastornos emocionales, insensibilidad e indiferencia, estragos en la salud, problemas jurídicos, problemas sociales, problemas económicos, con razón Dios no está de acuerdo con esto porque nos hace mucho daño, ¿me estoy explicando?
Las consecuencias a terceros, la familia de los involucrados, sufren los padres que ven fracasar a su hija o hijo, el cuidado de los de los nietos por los abuelos, eso sí es una situación dura para nuestros padres y esto no pasa solamente con los padres, también con los hijos, y todo esto repercute en la vida de los muchachos cuando se convierten en adolescentes, llevan resentimientos, llevan dolor, llevan malos recuerdos y estas son las secuelas, por eso mis queridos hermanos este segundo principio es: el divorcio no está en el diseño de Dios porque es dañino y perjudicial.
1ra. Corintios 7:10-13 dice
Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconciliarse con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consciente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consciente en vivir con ella, no lo abandone.
Porque lo dice ciertamente, hay muchas secuelas en una situación de esas, por eso el consejo del Señor a través del Apóstol Pablo, está diciendo la escritura: tratemos de mantenerlo.
Aquí es donde cambia la balanza, hemos estado hablando del divorcio y por eso Jesús se opuso en algún momento, y que es lo que hace Jesús.
Mateo 19:4-6 dice
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo. Y dijo: por esto el hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no los separe el hombre.
No sé si usted puede entender el espíritu de esta enseñanza, el Señor está tratando de valorar el matrimonio como una institución puesta por Dios, el matrimonio es tan valioso, es puesta por el Señor, es una institución sagrada que conlleva un pacto de una persona con otra delante de Dios y eso es lo que Jesús está resaltando, está trayendo la importancia del matrimonio; Así que el matrimonio es un estado en bendición delante de Dios, pero tal vez usted me dirá, ¿por qué no somos felices y estamos casados? ¿Por qué tenemos problemas? Déjeme decirle ¡todos tenemos problemas! es que el matrimonio no es una relación como cuando son novios, ahí anda de besitos y besitos, pero el matrimonio conlleva otras cosas que nos llevan a ser vulnerables en nuestra relación, ¡Pero el matrimonio es una gran bendición hermanos!
Así como yo disfruto la compañía de mi esposa, usted si ya es casado o casada, disfrute esa compañía, es regalo que el Señor le ha dado, ¡El matrimonio es una gran bendición! Le ánimo para que usted valore este punto que el Señor nos está trayendo, el matrimonio es aún más importante que el divorcio.
Quiero dejar unos consejos para los jóvenes, deseo que estén acompañándonos en este estudio. Por favor, ustedes que todavía no han experimentado este tema, yo no quisiera que ustedes tuvieran esa psicosis al matrimonio, pueden decir “es que es así” “no se puede”
¡No, tranquilos!, en el tiempo de Dios y las cosas como son delante de Dios; pero yo quiero animarlos jóvenes, por favor, hay una tendencia en el mundo actualmente y es que están dictando: júntate primero, viví con ella o él y proba a ver cómo te va, déjeme decirle que eso no es bíblico, y para nada respaldado por Dios, ¡no, no, no! esto no es respaldado por Dios; así que por favor no lo vayan a practicar ustedes, piensen bien con quién se van a casar jóvenes, por favor, piensen bien, les voy a dar unos consejos.
Que su pareja ame a Dios antes que a usted, ¿duele decir que ame a Dios antes que a usted? NO.
Cuidado con el yugo desigual, no caiga en la trampa “cuando ya estemos juntos vamos a ir a la iglesia” le digo que es ¡mentira! tantas experiencias fallidas, no se engañe. Ese muchacho que le ha prometido cambiar, eso no va a funcionar, mejor piénselo muy bien, el yugo desigual también es un aspecto que la Biblia nos deja muy muy claro.
Asegúrese que sea respetuoso, responsable con sus padres, sus jefes, con sus estudios, con su trabajo. ¡Ojo! que la y lo respete y respete su cuerpo, ahora las cosas han cambiado, es por eso que tanto mujeres como hombres deben tener cuidado.
Casi por concluir el estudio le digo, el divorcio no debe estar en nuestro lenguaje, debemos quitarlo. Yo corte el significado de la palabra “divorcio” del diccionario, por lo que ya no aparecerá, ¿qué quise hacer y demostrar con esto? es recalcar que esta palabra no debe estar en su mente, ni siquiera en sus más profundas intenciones. Puedo decirle que mi matrimonio tiene errores, algunas veces con muchos problemas, no somos perfectos, hemos tenido problemas y problemas los tienen todos.
Le dejo tres consejos
Si usted tiene problemas en su matrimonio, tiene problemas con su noviazgo, ¡perdone y espere! pero pida ayuda, pida consejería bíblica, no religiosa. Tenga cuidado, porque hay muchos religiosos como los fariseos tratando de moldear la vida de la gente a través de la religión, la Biblia, la libertad, la palabra de Dios, pida consejería, pida ayuda. Le digo, yo todavía necesito ayuda, tengo 16 años de estar casado y aún me falta un largo camino y reconozco que necesito ayuda y consejería de alguien más. Pero si usted tiene problemas, está en una situación de estas, perdone y espere.
Está bien, ¡váyase en paz!
No acarree amargura, ni dolor, ni angustia, perdone y termine esa relación, está bien, si ya lo ha intentado, no hay para donde. Haga su vida nuevamente, Dios traerá una respuesta para su vida en su momento, en su tiempo, pero ¡perdone, perdone!
Seguramente cuando inicio con el título del tercer consejo se alegró, y dijo ¡hay que bien, entonces si perdonaré! Pues le digo, vuelva a casarse, pero con la misma persona.
Y aunque no entienda porque seguramente ha tenido un pasado doloroso y cree que es difícil darse una segunda oportunidad; pues se puede volver a soñar juntos, volver a enamorarse, seguramente está rodeado de pastores o personas que pueden ayudarle, que no lo dejarán solo, si usted tiene problemas en su vida matrimonial. Recuerde que el divorcio no es plan de Dios, ni siquiera tendríamos que mencionarlo, así que le pido con todo mi corazón reflexionar en este estudio y las cosas que le he mencionado, desando que desaparezca de su vida la palabra divorcio y disfrute de la bendición que Dios le ha dado que es su matrimonio. Le animo en el nombre del Señor a disfrutar lo que Dios le da cada día.
Si usted no conoce al Señor Jesucristo y quiere recibirle en su corazón como su Único y suficiente Salvador, o se ha alejado de Él y quiere recibir el perdón que solo Dios puede dar y tener una vida de paz que el mundo no puede dar, solo nuestro Dios, tener victoria en su matrimonio o noviazgo; “Escribanos”, Póngase en contacto con nosotros, Él está siempre con los brazos abiertos para recibirle y brindarle ese amor incondicional.
¡Dios le Bendiga!
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